La ecografía es una técnica segura y fiable que aumenta la capacidad diagnóstica, agiliza y mejora la toma de decisiones de los profesionales de la medicina en cualquier ámbito de ejercicio. El médico de atención primaria, que debe ser competente para abordar la práctica totalidad de los problemas de salud de las personas, es un especialista idóneo para incorporar esta herramienta a su actividad, dotándose con ella de una capacidad de manejo hasta ahora desconocida, al ser muy numerosas las situaciones clínicas de la práctica habitual en las cuales se puede beneficiar de ella de modo fiable, eficiente y eficaz. Al tratarse de una tecnología muy dependiente del explorador, se hace necesario asegurar la competencia de quienes la practican, definir los beneficios y los potenciales riesgos que su uso puede generar, así como sus escenarios de aplicación, en aras de evitar exploraciones innecesarias y minimizar el coste oportunidad que puede suponer incorporar esta actividad a una agenda de por sí desbordada.